Basurama es un colectivo que realiza proyectos de arte y diseño para transformaciones sociales a través de estrategias lúdicas y participativas. Los protagonistas de sus proyectos son los residuos y el proceso relacionado con su producción en la sociedad de consumo.
En la Virada Cultural 2014, de São Paulo, el colectivo realizó una intervención nombrada Equipamiento Extraordinario, que consistía en un campo de juego con bobinas de madera reciclada y cuerdas, que crea un parque infantil en la Plaza del Patriarca. Una red gigante para trepar, acostarse y saltar sólo para niños de 0 a 99 años.
Conoce más, a continuación.
Texto por Basurama.
Los espacios urbanos necesitan un Equipamiento que facilite la relación entre las personas, donde se sientan confortables para conversar, saltar y amarse, es decir, para ejercer sus roles como ciudadanos con plenos derechos.
La materia prima para esta transformación es increíblemente abundante, las bobinas industriales, los postes de iluminación obsoletos, los neumáticos que usamos pueden encontrárse libremente en cualquier lugar del mundo desarrollado. Con la colaboración de varias personas y algunas píldoras de conocimiento específico, podemos hacer que suceda.
En las últimas intervenciones de Basurama en varias plazas y parques de São Paulo, la red de pescador fue el elemento que juntó a varuas personas, tejiendo esos resíduos "atrapados" en la ciudad y redefiniéndo-nos como espacio de juego. La red atrae a las personas a tocar el suelo y trepar y también tomar esos prejuicios que enferman al espacio urbano, la desigualdad, la pobreza y la violencia.
Con satisfacción, comprobe como esa red junto con las personas se unía después de una hora, en transe onírico, con los niños escalando y saltando por encima de la perfecta continuidad. La basura no existe, y los residuos pueden transformar los espacios urbanos creando condiciones óptimas para el encuentro y la interacción de los ciudadanos.
Las bobinas del Equipamiento Extraordinario han ganado una segunda vida como un juguete temporal en la virada y pronto tendrán una nueva vida como un camo de juego fijo en algún otro parque de la ciudad. Y así, seguimos jugando.